jueves, 25 de febrero de 2010

Vivir juntos, con los animales

©Marta BalbiLuego atrajeron a los animales pequeños del monte, los guardianes de todos los bosques, los genios de la montaña, los venados, los pájaros, leones, tigres, serpientes, culebras, cantiles [víboras], guardianes de los bejucos.

Y dijeron los Padres Progenitores: -- ¿Sólo silencio e inmovilidad habrá bajo los árboles y los bejucos? Conviene que en lo sucesivo haya quien los guarde. Asi dijeron cuando meditaron y hablaron. Al punto fueron invitados los venados y las aves. En seguida les repartieron sus moradas a los venados y a las aves.

-- Tú, venado, dormirás en la vega de los ríos y en los barrancos. Aquí estarás entre la maleza, entre las hierbas; en el bosque os multiplicaréis-- . Y así como se dijo, se hizo.

Aquellos sabios y antiguos Padres sabían que para prosperar en aquel territorio debían cuidar de la morada de los pájaros pequeños y de las aves mayores, porque cada uno cumple su tarea en el conjunto.

-- Vosotros, pájaros, habitaréis sobre los árboles y los bejucos, allí haréis vuestros nidos, allí os multiplicaréis, allí os sacudiréis en las ramas de los árboles y de los bejucos --.
Así les fue dicho a los venados y a los pájaros para que hicieran lo que debían hacer, y todos tomaron sus habitaciones y sus nidos.

De esta manera los Progenitores les respetaron sus habitaciones a los animales de esta tierra. Y estando terminada la conciliación con todos los cuadrúpedos y las aves, les fue dicho a los cuadrúpedos y pájaros:

-- Hablad, gritad, gorjead, llamad, hablad cada uno según vuestra especie, según la variedad de cada uno -- . Así les fue dicho a los venados, los pájaros, leones, tigres y serpientes porque este territorio es también su casa.

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