jueves, 25 de febrero de 2010

Declaración de Derecho territorial

Declaración de Derechos: Esta tierra fue entregada a los Progenitores hace 5.000 años, por el Corazón del Cielo (Huracán), cuando ellos estaban en el agua y abajo sólo había plumas verdes y azules (algas).
©Marta BalbiEl inicio del pueblo maya se ve en perspectiva como en medio del mar, sobre una barca; entonces todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la extensión del cielo.

No se veía todavía un hombre ni un animal, pájaros, peces, cangrejos, árboles, piedras, cuevas, barrancas, hierbas ni bosques: sólo el cielo se veía.

No se manifestaba la faz de la tierra. Sólo estaban el mar en calma y el cielo en toda su extensión.

No se veía nada en pie; sólo el agua en reposo, el mar apacible, solo y tranquilo. No se veía nada dotado de existencia.

En la noche solamente había inmovilidad y silencio en la obscuridad. Sólo los Padres Progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad.
Estaban ocultos bajo plumas verdes y azules, por eso se les llama Gucumatz.
De grandes sabios, de grandes pensadores es su naturaleza.
De esta manera existía el cielo, y también el Corazón del Cielo, que éste es el nombre de Dios. Así contaban.

Llegó aquí entonces la palabra; vinieron juntos Tepeu y Gucumatz, en la obscuridad, en la noche, y hablaron entre sí Tepeu y Gucumatz. Hablaron, pues, consultando entre sí y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento. Decidieron iniciar una nueva vida, un nuevo pueblo. Se manifestó con claridad, mientras meditaban, que cuando amaneciera debía aparecer una nueva tierra para un nuevo pueblo.

Entonces aparecieron una tierra firme y en ella los árboles y los bejucos y la vida y el lugar para la creación del nuevo pueblo. Se dispuso así en las tinieblas y en la noche por el Corazón del Cielo, que se llama Huracán; lo que quiere decir que el lugar para ellos destinado era una tierra donde regía el Huracán.

El Primero se llama Caculhá-Huracán. El segundo es Chipi-Caculhá. El tercero es Raxá-Caculhá. Y estos tres son el Corazón del Cielo.

Entonces vinieron juntos Tepeu y Gucumatz; entonces conferenciaron sobre la vida y la claridad, cómo se hará para que aclare y amanezca, quién será el que produzca el alimento y el sustento.

Y así fue como los antiguos Padres Progenitores encontraron la tierra y fue una tierra con montañas y con valles, y con agua que surgía de las montañas, y con cipresales y pinares en su superficie.

Y así se llenó de alegría Gucumatz, diciendo:-- ¡Buena ha sido nuestra venida, Corazón del Cielo. Gracias a tí, Huracán, y a tí, Chipi-Caculhá, Raxá-Caculhá!

Nosotros continuaremos vuestra obra; vuestra creación será terminada -- dijeron.

Y ellos, los navegantes, vieron a la tierra aparecer entre la neblina, como la nube y como una polvareda. Y aparecieron la tierra firme, las montañas y los valles; vieron cómo se dividían las corrientes de agua, los arroyos que corrían libremente entre los cerros, y las aguas que quedaban separadas por las altas montañas.

Así fue entregada la tierra que pertenecía al Corazón del Cielo, para los que serían el Corazón de esta Tierra, los que primero la fecundaron, cuando el cielo estaba en suspenso y la tierra se hallaba sumergida dentro del agua.

De esta manera actuaron los antiguos abuelos, después de pensar y meditar sobre su ejecución.

No hay comentarios:

Publicar un comentario